miércoles, 4 de junio de 2014

ESCUELA TECNOLÓGICA INSTITUTO TÉCNICO CENTRAL LA SALLE

MI ESCUELA TECNÓLOGICA ENTRE LAS 10 MEJORES DEL PAIS

La  Escuela Tecnológica Instituto Técnico Central (ITC) es una Institución Universitaria fundada en 1904 en la ciudad de Bogotá.

En el primer semestre del año 2012 tuvo una matrícula total de 2.650 estudiantes, distribuida en 19 programas académicos.

Se ubica en la posición número 10 en el Ranking Integral de Instituciones Universitarias 2013.

DESEMPEÑO ACADÉMICO

Para el año 2012 un total de 421 estudiantes presentaron las pruebas generales del examen de calidad de la educación superior "SaberPro". Las puntuaciones promedio de dicha prueba, para cada una de las áreas (competencias ciudadanas, lectura crítica, comunicación escrita, razonamiento cuantitativo e inglés) fueron: 10,4 - 10,3 - 10,0 - 10,6 - 10,0 (frente a un promedio nacional de 10,0

DESERCIÓN

Para el primer semestre del año 2012, el porcentaje de estudiantes que permanecieron inscritos en la institución fue de 79,59%. En términos de desempeño en el Ranking de extensión social, se ubicó en el puesto número 71 entre todas las IES y en el puesto 152 al compararlas por su tasa de deserción.

EMPLEABILIDAD

Desde el 2001, hasta el año 2012, la institución ha acumulado un total de 3.564 egresados. Así mismo, para el último año, el ingreso promedio mensual para los egresados de esta institución es de $1.479.192. Los factores anteriores permitieron que la organización se ubicara en el puesto número 71 del Ranking por Extensión Social entre las IES, y a su vez, que ocupara el puesto 6 al compararla con el resto de las IES por empleabilidad.

TOMADO DE: http://ranking.bot.com.co/universidad/escuela-tecnologica-instituto-tecnico-central/





lunes, 2 de junio de 2014

HISTORIA DE McDONALDS


McDonald’s, cinco décadas de historia.

La historia de McDonald's se inició en 1948, cuando los hermanos Richard y Maurice McDonald abrieron en San Bernardino (California) su primer restaurante McDonald's. En esencia, se trataba del típico establecimiento en el que se hacían los pedidos desde el coche -"drive-in"- que ellos mismos habían desarrollado antes con éxito, pero algunos detalles lo hacían muy diferente al resto. La principal diferencia era su gran ventanal, que encantaba a los niños y que daba al restaurante un ambiente muy familiar.

Numerosas innovaciones técnicas permitieron a los McDonald´s lograr su objetivo: ofrecer un servicio rápido, con productos de calidad, y a muy bajo precio.

Ray A. Kroc, el fundador

Mientras los hermanos McDonald veían prosperar su negocio, Ray A. Kroc trabajaba para sacar adelante su negocio como representante en exclusiva de la marca de batidoras "Prince Castle Multimixer". Durante la década de los 40 y primeros 50, Ray A. Kroc viajó por todo el país promocionando su mezcladora-batidora múltiple.

Kroc comprendió inmediatamente las posibilidades de expansión por Estados Unidos de un concepto de restaurante como el de los hermanos McDonald, y consiguió convencerlos para que le cedieran el derecho de comercializar la marca. Apenas un año más tarde -1955- Ray A. Kroc construía su primer restaurante, que llamó McDonald's, en Des Plaines (Illinois), con un éxito de público espectacular. Este éxito le animó a levantar nuevos establecimientos por todos los Estados del centro de los EEUU. A día de hoy, cuenta con más de 30.000 restaurantes en los cinco continentes. McDonald´s es la compañía líder del sector de restauración de servicio rápido en todo el mundo.

Principios
Con la apertura de su primer restaurante en Des Plaines, Illinois (1955), Ray A. Kroc estableció un nuevo concepto de negocio basado en ofrecer al cliente los más altos niveles de Calidad, Servicio y Limpieza, los principios básicos sobre los que se ha construido la compañía. Posteriormente, McDonald's añadió un cuarto principio - el Valor o Precio -. Además, Ray A. Kroc hizo de McDonald's un restaurante familiar, abierto a todos, y creó un nuevo concepto de la relación con los proveedores, que desde entonces se convirtieron en "socios" de la compañía. Sabía que el éxito de la empresa radicaba en colaborar estrechamente con cientos de pequeños empresarios, participando todos ellos de una filosofía común.

Universidad

En 1961 se inauguró la "Universidad de la Hamburguesa", hoy establecida en Oak Brook, cerca de Chicago. Por sus aulas pasan anualmente más de 3.000 alumnos entre directivos de la compañía, franquiciados, gerentes de restaurantes y empleados de todo el mundo. La Universidad cuenta con las técnicas y medios más sofisticados en el campo de la enseñanza, por lo que ha sido considerada por muchos expertos como uno de los centros de entrenamiento corporativo más avanzado del mundo.

Formación

Gran parte del esfuerzo en materia de formación de McDonald's se dirige también hacia el personal de cada restaurante, mediante la organización constante de cursos de entrenamiento

Innovación

La innovación es otra de las claves del éxito de McDonald's: cada año, McDonald's Corporation invierte grandes sumas de dinero en la investigación de nuevos productos, en modificaciones de sus equipos de cocina o en la implantación de nuevos sistemas de producción.

Empleo

Además de su preocupación por la formación, McDonald's tiene un especial interés por los jóvenes que trabajan en sus restaurantes, ofreciéndoles la oportunidad de compaginar su trabajo con sus estudios y potenciando la promoción interna. Muchos de los altos directivos de McDonald's en el mundo comenzaron su actividad en uno de los restaurantes.

Integración

La integración en las localidades donde se ubican los restaurantes es una exigencia para McDonald's, que se concreta a través de su colaboración con acciones de carácter social, educativo y benéfico que se desarrollan localmente.

Los Principios Básicos de McDonald’s

En 1957, se establecen formalmente los principios básicos de CALIDAD, SERVICIO Y LIMPIEZA que caracterizan a McDonald's. En los últimos años, a estos tres principios se ha sumado el VALOR o PRECIO, que completa la filosofía de trabajo de la compañía.

Calidad

La calidad de McDonald's se verifica diariamente a lo largo de todas las fases de la producción y selección de productos. La selección estricta de los ingredientes constituye el punto de partida que asegura la calidad de los productos McDonald's.
Los proveedores de McDonald's, grandes empresas nacionales o internacionales de reconocido prestigio, además de estar homologados por la UE, han aceptado las regulaciones de McDonald's en cuanto a los estrictos requisitos de calidad de los productos. Esta exigencia les lleva a inspeccionar, a su vez, a sus propios suministradores de materias primas. Asimismo, autorizan las inspecciones por sorpresa realizadas por personal de McDonald's.
En el proceso de convertir la carne en hamburguesas, se realizan pruebas de control de calidad a cada lote de carne, controles que en ocasiones superan los niveles exigidos por la normativa europea. Un laboratorio independiente, siempre por sorpresa, toma muestras de los productos en los restaurantes con el fin de controlar el cumplimiento real de las exigencias de calidad de McDonald’s.
Además, los clientes de McDonald's tienen a su disposición en todos los restaurantes información nutricional en un póster y en el reverso de los manteles, donde se detallan los componentes y valores nutricionales de todos los productos. En España, existen menús en Braille para invidentes y folletos especiales para diabéticos y celiacos. 
Servicio

El objetivo es conseguir, en todo momento, el 100% de su satisfacción. La rapidez en el servicio, el trato amable y personal y la constante adaptación a los gustos del cliente, son los medios para conseguirlo. Con este fin, McDonald's desarrolla constantes programas de formación para el personal de los restaurantes y analiza periódicamente las necesidades y deseos de quienes visitan sus establecimientos.

Limpieza

Las instalaciones son vigiladas constantemente con el fin de que ofrezcan la mayor limpieza. Todas las noches, con el restaurante ya cerrado, se desmontan y limpian las piezas de los elementos principales de la cocina. Pero, además, los restaurantes McDonald's prestan especial atención a la limpieza de los alrededores del establecimiento, así como a los desperdicios generados, que son separados -materia orgánica y otros- para su posterior tratamiento. Desde 1990, todos los envases de comida y bebida de los restaurantes de la UE no contienen CFC's.

Valor

McDonald's ofrece a sus clientes una comida nutritiva y saludable, servida con rapidez en un ambiente agradable, al mejor precio. Estos tres elementos combinados definen el concepto de VALOR de McDonald's.
TOMADO DE : http://www.mcdonaldsalgete.com/infocorporativa.php

MI HOJA DE VIDA


HISTORIA DE ARTURO CALLE

ARTURO CALLE UN LÍDER 100% COLOMBIANO


Don Arturo ha sido durante años, uno de los grandes lideres que ha dado este país,  que tiene una filosofía clara y constante de crecer y hacer crecer a Colombia. Es por esta razón que, sin lugar a dudas es un hombre que a lo largo de su trayectoria empresarial y su vida se ha convertido en un ejemplo a seguir para muchos colombianos, por su experiencia y sus sabias reflexiones, con las cuales ha enseñado a muchas personas a ver una oportunidad única e irrepetible en cada cosa que se hace.

Nació en Medellín, Antioquia en el barrio Manrique, pocos años después junto con su familia se traslado a la población de Robledo, donde vivió en una finca campestre con sus padres y sus hermanos.  
Su juventud fue la consolidación de su audacia y sagacidad, recuerda con cariño que su familia rezaba porque toda esa templanza la utilizará para hacer el bien, porque tenía un futuro promisorio, sus tíos le decían “si escoge seguir por el camino del bien va a ser una persona que va a llegar muy lejos” y no se equivocaron al dar este concepto.

SU INICIO EN LA VIDA LABORAL…
Don Arturo empezó desde muy joven en el área mecánica industrial de Hilanderías Pepalfa, una fábrica de medias en donde durante dos años y medio ahorró todo lo que gano y se retiro para cumplir con su meta de ser independiente. Fue desde ese instante, que el señor Arturo Calle Calle en búsqueda de oportunidades, incursionó en el mundo de la ropa masculina, allí aprendió e hizo escuela en la parte comercial. Al poco tiempo el señor Héctor Correa, le ofreció a don Arturo un pequeño local ubicado en San Victorino.

Este primer almacén tenía una extensión de 8 mts2 y le costo $17.000 pesos de la época, los cuales pagó con los ahorros que había hecho y con la ayuda de un préstamo de $4.000 pesos que le ayudó a conseguir su mamá con unos familiares. Este ha sido el único préstamo que ha tenido el señor Arturo Calle.

Un tiempo después, el almacén llamado “La Camisita” desapareció debido a que fue demolido. Así que don Arturo compró un almacén más grande, que  llevaba el nombre de “El Dante”. Con este último trabajo de 2 a 3 años y tiempo después por sugerencias de un conocedor de las estrategias de mercadeo de la época, decidió cambiarlo por ARTURO CALLE, un nombre corto e imponente. Don Arturo no se conformó con este almacén y fue ahí donde consiguió un almacén 20 veces más grande; entonces tenía el pequeño y uno de 150 metros, después compró un tercer almacén, un cuarto y así sucesivamente.

SU DESARROLLO EMPRESARIAL
Don Arturo, compraba sus productos a los fabricantes de la época, sin embargo el mercado era muy limitado puesto que no se podía innovar en el diseño, ofrecer mejores precios y decidir directamente el grado de calidad de las prendas; fue así como vio la necesidad de no depender más de terceros para surtir sus almacenes. En ese momento el crecimiento de la compañía empezó a solidificarse aún más, ya tenía varios almacenes, entonces pensó en fabricar directamente las prendas que vendía, busco empresas de manufactura y confección con las que se asoció directamente y por medio de maquila se producían los primeros diseños con la marca ARTURO CALLE, garantizando a sus clientes “buenos precios, excelente calidad y diversidad de productos”, características que sumadas a un buen servicio al cliente se convirtieron en la clave para el éxito.

SU COMPROMISO CON LA SOCIEDAD…
Don Arturo es uno de los pioneros en Colombia en prácticas de responsabilidad social, esto se debe a que desde su infancia aprendió de sus antepasados a ser un hombre generoso; además, él es un símbolo de generación de empleo y desarrollo para el país, gracias a que en sus empresas hay más de 4.500 empleos permanentes por medio de contratos a término indefinido, adicionalmente en temporada se logra llegar a los 6.000 colaboradores directos.
Indirectamente, hace parte del desarrollo del país, por medio de la generación de cerca de 12.000 empleos, entre los que se cuentan proveedores que hacen parte de la operación diaria de la compañía.

Algunos  Premios, Condecoraciones y Reconocimientos
- Premio Portafolio, Ganador categoría Líder Empresarial, diciembre de 2011
- Premio Emprendedor del Año 2011- Categoría toda una vida de emprendimiento – Otorgado por Ernst & Young.
- Merco Líderes 2011 como el No.9 entre los 100 mejores del país y 1º puesto en el Sector Textil en el 2008, 2009, 2010 y 2011
- Premio el Colombiano Ejemplar. febrero 2009
- Diario la República, EL EMPRESARIO DEL AÑO 2008.
- Líderes de la U- Legis- Revista Semana, homenaje por ser un gran emprendedor y empresario ejemplo para las nuevas generaciones. octubre 2005.
- Premio Portafolio, Mención de honor – mejor líder empresarial. noviembre 2004.
- Condecoración “ORDEN DE LA DEMOCRACIA SIMON BOLIVAR”  orden a la Cruz Gran Caballero.
- Orden del Zurriago, Ejecutivo Antioqueño, reconocimiento a la meritoria labor cumplida en beneficio de Colombia y el departamento de Antioquia.

TOMADO DE http://www.arturocalle.com/nosotros/historia.html

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN INGLATERRA



Revolución industrial


Orígenes de la Revolución Industrial en Inglaterra

Caldera 1801
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Después de siglos de estancamiento en Europa, el crecimiento económico volvió a encontrar perspectivas muy favorables. La Revolución Industrial iniciada en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, al cambiar las condiciones de producción, indujo un enriquecimiento espectacular que se fue generalizando con el correr de los años.
Un buen índice de este crecimiento fue su producción de hierro: 60.000 ton. en 1780; 300.000 ton. en 1800 y 700.000 ton. en 1830.
Es el mayor cambio que ha conocido la producción de bienes desde 1800 en Inglaterra. La aparición de las máquinas, instrumentos hábiles que utilizan energía natural en vez de humana, constituye la línea divisoria entre dos formas de producción. La producción maquinista creó las condiciones para la producción y el consumo en masa, característicos de época actual, hizo surgir las fábricas y dio origen al proletariado.
Locomotora a vapor 1829.
La revolución industrial es el cambio en la producción y consumo de bienes por la utilización de instrumentos hábiles, cuyo movimiento exige la aplicación de la energía de la naturaleza. Hasta finales del siglo XVIII el hombre sólo había utilizado herramientas, instrumentos inertes cuya eficacia depende por completo de la fuerza y la habilidad del sujeto que los maneja. El motor aparece cuando se consigue transformar la energía de la naturaleza en movimiento. La unión de un instrumento hábil y un motor señala la aparición de la máquina, el agente que ha causado el mayor cambio en las condiciones de vida de la humanidad.
La aplicación de la máquina de vapor a los transportes, tanto terrestres como marítimos, tuvo una inmediata repercusión no sólo en procesos de comercialización, sino también en la calidad de la vida, al permitir el desplazamiento rápido y cómodo de personas a gran distancia.
La construcción de los ferrocarriles fue la gran empresa del siglo XIX.

La tecnología

Máquina de Arkwright 1870
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A comienzos del siglo XVIII las telas que se fabricaban en Europa tenían como materia prima la seda (un artículo de lujo, debido a su precio), la lana o el lino. Ninguna de ellas podía competir con los tejidos de algodón procedentes de la India y conocidos por ello como indianas o muselinas. Para entonces, la producción de tejidos de algodón en Inglaterra era insignificante y su importación desde la India constituía una importante partida de su balanza mercantil. Para competir con la producción oriental se necesitaba un hilo fino y fuerte que los hiladores británicos no producían.
La primera innovación en la hilandería se produjo al margen de estas preocupaciones: Hargreaves, un hilador, construyó el primer instrumento hábil, la spinning-jenny (1763), que reproducía mecánicamente los movimientos del hilador cuando utiliza una rueca y al mismo tiempo podía trabajar con varios husos. El hilo fino pero frágil que con ella se obtenía limitó su aplicación a la trama de tejidos cuya urdimbre seguía siendo el lino. Continuó por tanto la fabricación de tejidos de lino y la productividad recibió nuevo impulso debido a las limitadas exigencias de la jenny en espacio y energía.
Pocos años después surgía la primera máquina, con la aparición de la estructura de agua de Arkwright (1870), que recibe su nombre porque necesitaba la energía de una rueda hidráulica para ponerse en movimiento.
Telar de Crompton 1780
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Para entonces, Samuel Crompton había construido una máquina nueva, inspirada en las anteriores, conocida como la mula, y que producía un hilo a la vez fino y resistente. El grueso de un hilo se mide por el número de madejas de 768,1 metros (840 yardas) que se puede obtener con 453 gramos de algodón (una libra). Un buen hilandero podía fabricar 20 madejas y la mula comenzó duplicando esta cifra para pasar a 80 y poco después a 350, más de 268 km. El número de husos, que no pasaba de 150 en la primera versión, alcanzó los dos mil al cabo de unos años y todo ello se conseguía con el solo trabajo de un oficial y dos ayudantes. La exportación de tejidos británica se multiplicó por cien en los cincuenta años que siguieron a 1780.
A partir de la renovación de la hilandería se puso en marcha un proceso que condujo a la mecanización de todas las etapas de la producción de tejidos, desde la desmontadora de algodón, fabricada en América por Eli Whitney, hasta las máquinas que en Inglaterra limpiaban de cualquier impureza el algodón en rama (trabajo especialmente penoso por el polvo que levantaba), el cardado y la elaboración mecánica de los husos para la fabricación de hilo. Una vez fabricado éste, los telares mecánicos, desarrollados en Francia por Jacquard, sustituían ventajosamente a los manuales tanto por la rapidez como por la calidad.
Hilado manual.
El blanqueado de la tela, que llevaba varias semanas, se redujo a un par de días cuando al cambiar el siglo se descubrió un procedimiento químico a base de clorina. El estampado, que concluye el proceso, se hacía utilizando tacos de madera, que se aplicaban manualmente, hasta que en 1785 se encontró un rodillo que multiplicó la producción.
La demanda de energía que las máquinas textiles requieren fue satisfecha inicialmente recurriendo al método tradicional de las ruedas hidráulicas y las primeras fábricas se establecieron en las orillas de los ríos, tomando el nombre de molinos. La irregularidad de la corriente aconsejaba buscar una fuente independiente de energía. Las experiencias para conseguir un motor capaz de elevar el agua, mediante el vacío producido por la condensación del vapor, habían llegado, a mediados del siglo XVII, a una primera formulación, desarrollada por Savery en una máquina eficaz, aunque de escasa potencia y limitada aplicación.
Newcomen combinó la presión de vapor con la atmosférica para producir una máquina mucho más eficaz, aunque muy costosa por la cantidad de combustible que requería el calentar y enfriar sucesivamente el cilindro en el que se iniciaba el movimiento. En la universidad de Glasgow enseñaba Black, quien había descubierto la existencia del calor latente de vaporización, principio que venía a explicar la gran cantidad de agua que se necesitaba para conseguir la condensación del vapor.
Pero el doctor Watt fue quien dirigió sus trabajos para independizar las dos etapas del proceso (vaporización y condensación) de modo que no hubiera pérdida de energía. La construcción de un condensador independiente, que permanecía constantemente frío, en tanto el cilindro estaba siempre caliente, puso fin al despilfarro de carbón. La utilización de un cilindro de doble efecto permitió prescindir de la presión atmosférica en tanto la aplicación de altas presiones, sin las cuales no había posibilidad de aplicar el motor a un vehículo, se encuentra en el origen de la locomoción mecánica.
De entrada, la máquina de vapor vino a resolver el problema planteado por el drenaje de las minas y, junto con la lámpara de seguridad de Davy (1815), permitió abrir pozos cada vez más profundos y explotar aquellos que habían sido abandonados por las dificultades y riesgos que implicaba la explotación.
En cuanto al hierro, su demanda estaba limitada por la dificultad de transformar el mineral. éste se presentaba combinado con oxígeno cuya eliminación se realizaba mediante combustión en altos hornos. La masa fluida que se obtenía en la parte inferior estaba llena de impurezas que eran eliminadas mediante el afinado, que le quitaba el carbono sobrante, y el forjado, en el que los golpes de un martillo hidráulico permitían homogeneizar su estructura.
Fabrica de hilados.
La primera línea de mejora consistió en la sustitución del carbón por el coque, que se obtiene mediante la combustión incompleta del carbón para separar el sulfuro y el alquitrán. La utilización de coque en la producción de hierro se realizó con éxito a comienzos del siglo XVIII por Abraham Darby, pero sólo se generalizó en la segunda mitad del siglo.
Una nueva técnica para mejorar la calidad del lingote fue el pudelado, en el que la fusión se realizaba manteniendo separado el carbón del mineral. El acero es el hierro sin otra impureza que uno por ciento de carbono; hasta entonces se había conseguido en pequeñas cantidades utilizando como materia prima un mineral de excepcional pureza. La fundición del hierro en un crisol y a más altas temperaturas permitió la producción masiva de acero y con ella la satisfacción de toda clase de demandas procedentes de la propia industria.

Los cambios en la agricultura

El parlamento inglés, durante el transcurso del siglo XVIII, permitió cercar las fincas en el campo abierto. El gasto que demandaba esta operación favoreció a los hacendados más ricos y permitió la aplicación de nuevas técnicas para incrementar la productividad agrícola. Se empezó la rotación de cultivos suprimiendo el sistema anterior de barbecho, se mejoraron las especies ganaderas gracias al cruce de ejemplares seleccionados, se generalizó el cultivo de nuevas especies, se mecanizaron las labores del campo, se aumentaron las superficies cultivables desecando pantanos, y se logró un rendimiento mayor con la utilización de abonos.
El ejemplo de Inglaterra fue seguido por los países europeos cuya producción agrícola se duplicó entre 1840 y 1914. Durante la misma época, en los extensos territorios de los Estados Unidos, Canadá, Australia y Argentina se generalizó el cultivo de cereales o la crianza de ganado, convirtiéndose estos países en los abastecedores de Europa y del mundo entero. En los países tropicales se intensificaron las plantaciones de caña de azúcar, café y otros productos alimenticios, de algodón y de otras materias primas que abastecieron las industrias europeas.

El crecimiento demográfico y su interrelación con el desarrollo urbano

La mejor alimentación, resultante de la diversificación y de los mejores rendimientos de la agricultura, permitió disminuir la mortalidad infantil y alargar la vida de los europeos. A ello también contribuyeron los progresos de la medicina, especialmente el descubrimiento y la aplicación de la Vacuna para atajar las epidemias periódicas que diezmaban la población.
Los europeos casi se triplicaron en el transcurso del s. XIX, siendo su crecimiento más notorio en los países industrializados. Este aumento demográfico estuvo estrechamente unido al despegue industrial, pues al elevarse la población se contó con abundante mano de obra y un amplio mercado de compra que garantizaron las ganancias indispensables para nuevas inversiones. El mejoramiento tecnológico de la actividad agrícola liberó mano de obra y se produjo el éxodo rural hacia los centros industriales. Las antiguas ciudades fueron adquiriendo una nueva fisonomía, pues la aparición de las fábricas y la aglomeración demográfica impusieron cambios urbanísticos por las urgentes exigencias de distribución de agua, servicios de alcantarillado, transportes, parques y lugares de esparcimiento.

La organización del trabajo y los problemas sociales

Las transformaciones económicas que originó la Revolución Industrial alteraron las estructuras sociales vigentes desde la Edad Media. En las zonas rurales, el campesino se desvinculó del señorío feudal y se convirtió en un jornalero cuyo trabajo se retribuyó con un salario. En las ciudades, el artesano que trabajaba su propio taller se trasladó a las fábricas en calidad de obrero asalariado y pasó a depender del propietario de las máquinas. Esta nueva situación constituyó el germen de las alteraciones campesinas y de las revoluciones obreras que acontecieron durante la segunda mitad del s. XIX en Europa.

Segunda revolución industrial

Entre los años 1880 y 1914, el desarrollo industrial se extendió a nuevos países y adquirió un ritmo acelerado. Este fue de tal magnitud que muchos historiadores han denominado este período como el de "la segunda revolución industrial".

El progreso científico y la  aplicación  tecnológica

Fábrica alemana.
Como vimos, las industrias textiles y siderúrgicas fueron las primeras en desarrollarse. Los ingleses contaban con abundante algodón proveniente de la Indiaa bajo precio, por lo que crearon grandes manufacturas textiles que terminaron por desplazar al lino y a la lana en la confección del atuendo entre los europeos. Para ello, desde mediados del s. XVIII, contaron con la progresiva aparición de nuevos inventos que facilitaron una rápida y abundante producción.
Se comenzó con el descubrimiento de la lanzadera volante, siguieron los diversos tornos de hilar que permitieron a un obrero trabajar varios husos a la vez, continuaron con el telar mecánico y se combinaron de tal forma estos diversos inventos que la cantidad de productos fabricados superó ampliamente la demanda tradicional. Esta situación convirtió a Inglaterra en un país exportador y en el verdadero taller del mundo en la primera mitad del s. XIX.
El invento y la aplicación de la máquina a vapor abrió enormes posibilidades al desarrollo tecnológico que no dejó de progresar durante todo el s. XIX.. A fines del siglo, el alemán Daimler inventó el motor de combustión interna; entre 1900 y 1914, el automóvil y el avión se perfeccionaron gracias al motor Diesel. Al mismo tiempo, la electricidad empezó a utilizarse con fines industriales. Los estudios científicos, estimulados por los gobiernos en las universidades y financiados por las empresas, lograron obtener algunas materias con procedimientos químicos realizados en los laboratorios. Estos nuevos productos, como el caucho y el salitre sintético, abrieron un campo ilimitado al desarrollo científico y tecnológico.

El avance de los medios de comunicación

Uno de los acontecimientos más destacados durante la segunda mitad del s. XIX, fue la población y colonización de nuevas tierras. Trece millones de europeos se desplazaron a los Estados Unidos, otros se dirigieron a Australia y al algunos países de Sudamérica. California y Australia ejercieron especial atractivo sobre los buscadores de oro. Este sorprendente movimiento migratorio se pudo realizar porque los transportes se abarataron y facilitaron a los campesinos, que no encontraban trabajo en las ciudades europeas, el traslado a tierras donde existían mejores expectativas laborales. En 1869, se abrió el Canal de Suez que acercó Europa al Lejano Oriente; más tarde, se construyó el ferrocarril en el Istmo de Panamá y, finalmente, se construyó en 1914 el canal que une el Atlántico con el Pacífico.
Canal de Panamá 1914.
La aplicación de la fuerza del vapor a la navegación que iniciara Fulton en 1807 y la generalización de la hélice desde 1885 aumentaron las posibilidades de carga y de velocidad en el tráfico marítimo. Los meses que se tardaban para viajar entre dos puntos se redujeron a semanas. El ferrocarril, de invención más tardía, trajo similares consecuencias y se erigió en el símbolo del progreso. Puso en contacto las zonas rurales interiores con las ciudades costeras y permitió unir las regiones más distantes de los extensos estados que surgieron en la segunda mitad del s. XIX. Los ferrocarriles que unieron Moscú con Vladivostock en el imperio ruso, y el transoceánico que unió Nueva York con San Francisco, dieron vida a inmensos y productivos territorios continentales.
La información  se vio también favorecida por nuevos sistemas: el telégrafo eléctrico, iniciado en 1844 y el teléfono en 1876, se unieron al sistema de franqueo postal introducido desde 1840. Todos estos adelantos contribuyeron al acortamiento de las distancias y al mejor aprovechamiento del tiempo, acercaron a los hombres y cambiaron las relaciones económicas entre los pueblos y las empresas.

El apogeo del capitalismo

El nuevo sistema industrial exigió un cambio en  el mundo de las finanzas. Las antiguas sociedades integradas con capitales familiares fueron cediendo ante la aparición de las grandes sociedades anónimas, indispensables para costear los gastos que demandaban la fabricación de las máquinas y la construcción de los ferrocarriles. Gracias a esta concentración del capital, se formaron los grandes bancos internacionales y el crédito permitió emprender obras cada vez más costosas y más rentables. Así se fue afirmando progresivamente a lo largo del s. XIX un sistema económico en el que la dirección de las empresas pertenecía exclusivamente a los poseedores del K: el capitalismo. A ello colaboraron diversos factores: la libertad de enriquecimiento que benefició a quienes poseían la capacidad empresarial, la economía de mercado basada en el libre juego de la oferta y la demanda en la fijación de precios y salarios, así como la formación de las nuevas sociedades anónimas capaces de concentrar el capital indispensable para financiar los elevados costos del maquinismo

Las trasformaciones sociales

La revolución industrial tuvo hondas repercusiones en la sociedad. La burguesía desplazó definitivamente a la nobleza como clase rectora en los países occidentales. Los Lores ingleses, sin abandonar su carácter y conservando algunos de sus privilegios, se mezclaron con los burgueses y compartieron con éstos las ventajas del auge económico. En Francia y los Países Bajos la nobleza desapareció como grupo privilegiado. En Alemania, los nobles tuvieron que conformarse con hacer carrera en el ejército y en la diplomacia. Solamente en Rusia, escasamente industrializada, mantuvieron sus privilegios hasta el s. XX. En cambio, la burguesía —integrada por los empresarios industriales y los banqueros (alta burguesía), por profesionales como médicos, ingenieros o abogados, y por los comerciantes y pequeños empresarios (mediana y pequeña burguesía)— impuso su concepción de la vida, sus costumbres y valores. Estos giraron en torno a la riqueza y exaltaron las virtudes del ahorro metódico, de la constancia en el trabajo y del respeto del orden establecido.
El campesinado, arrojado del campo por la creciente mecanización de las actividades agrícolas, emigró a las ciudades y, junto al artesano empobrecido por el nuevo sistema fabril, dio origen a la nueva clase social: el proletariado obrero.

El proletariado y la cuestión social

La concentración fabril agrupó a los trabajadores, les hizo sentirse solidarios de sus problemas y tomar conciencia de los mismos para buscarles solución. El proletariado se encontró sometido a duras condiciones que empezaron a conocerse gracias a los informes de médicos y sociólogos a partir de 1830. El trabajo se realizaba en jornadas superiores a las 15 horas diarias en fábricas inhóspitas. Algunos empresarios preferían, por razones de economía, contratar a mujeres y niños. El salario se regía por la ley de la oferta y la demanda, era bajo e inseguro. Tampoco existían leyes de previsión social ni sobre accidentes del trabajo. En ciertos casos, las condiciones de las viviendas obreras eran insalubres y favorecían las enfermedades.
El estado burgués, imbuido de la ideología liberal, consideraba que toda intervención para solucionar los problemas surgidos entre el capital y el trabajo era inútil, perjudicial e injusta, porque en toda actividad debían respetarse las leyes naturales y no limitar la libertad de los individuos. Aunque en Inglaterra, en 1802, se prohibieron los horarios que excedieran las 12 horas, y en 1819 el trabajo de niños menores de 10 años, solamente a mediados del siglo los gobiernos publicaron las primeras leyes sociales favorables a los obreros. Estas disposiciones fueron resultado de la presión de algunos intelectuales cuyos escritos despertaron un sentimiento humanitario, y de los movimientos organizados de los trabajadores. Las primeras fueron las diversas corrientes del "socialismo utópico". Entre sus exponentes se destacaron : Saint-Simon, Fourier, Proudhon, Owen.

La ideología marxista

En cambio, el socialismo "científico", como lo denominó Karl Marx (1818-1883), se decidió abiertamente por la acción política. En 1848, este ideólogo alemán de origen israelita publicó, con la colaboración de Federico Engels, el Manifiesto del Partido Comunista. En él aparecen los principios de la ideología marxista y los fundamentos de su acción: materialismo histórico, lucha de clases, organización internacional de los obreros y opción deliberada por la revolución como instrumento para conquistar el poder e implantar el régimen comunista. En obras posteriores, Marx completó la exposición de su programa socio-político, pero el"Manifiesto", por su estilo apasionado y su vibrante espíritu revolucionario, es el escrito que mayor repercusión ha tenido entre los sectores obreros de la época.
En 1864, se organizó la "Primera Internacional Obrera" para impulsar la lucha revolucionaria en todos los países. Esta asociación no pudo mantener su unidad por la escisión que se produjo en 1872 debido a la corriente anarquista que dirigía el ruso Bakunin. Elanarquismo deseaba suprimir el estado burgués liberal y capitalista; pero se oponía también a la instalación de un estado socialista. Propiciaba la máxima libertad de acción, por lo cual propugnaba la abstención política y la huelga para combatir al capitalismo. La Segunda Internacional, creada en 1889, no pudo superar el nacionalismo de los partidos socialistas que la integraban e hizo crisis al estallar la guerra de 1914.

La respuesta de la Iglesia

La Iglesia, conforme al mandato de Cristo, siempre ha mantenido obras asistenciales para ayudar a los pobres y menesterosos. Desde su fundación ha contado con numerosas congregaciones destinadas a la ayuda caritativa del prójimo más necesitado. Por esta tendencia tradicional, en el seno del cristianismo, no faltaron desde comienzos del s. XIX las denuncias de algunos católicos contra las injusticias del sistema capitalista y la condena al escándalo de los salarios ínfimos y a la duración excesiva de las jornadas de trabajo. Entre 1835 y 1848  varios obispos franceses e italianos invocaron la intervención legislativa en defensa del bien común y en favor de los más débiles. Incluso en 1831, y posteriormente en 1848, algunos pensadores como Lacordaire y Ozanamtrazaron un programa de legislación en defensa de los niños, de los enfermos y de los ancianos, propusieron la formación de comités mixtos para dirimir los pleitos entre el capital y el trabajo y, finalmente, exigieron el reconocimiento del derecho al trabajo.
En el plano práctico, el mismo Federico Ozanam organizó en 1833 "Las Conferencias de San Vicente de Paul" para socorrer a los pobres y a los enfermos. En 1840 surgió la "Sociedad de San Francisco Javier" que creó escuelas para los obreros y una oficina de colocación para los cesantes. Don Bosco, entre 1841 y 1854, echó las bases de los oratorios y de las escuelas profesionales y, pocos años más tarde, el beato Luis Orione creó la heroica fundación de Cottolengo.
Monseñor Emmanuel von Ketteler, obispo de Maguncia, dio un paso adelante con sus sermones en la catedral durante el año 1848, y con la publicación en 1864 sobre "La cuestión social y el cristianismo". En ambas ocasiones planteó la acción social como una exigencia de justicia y no solamente como caridad asistencial.
No todos los sectores católicos coincidieron con estos planteamientos, se realizaron numerosos estudios sobre el tema y se suscitaron acaloradas polémicas. Sin embargo, unos 40 años después, las corrientes del catolicismo social representadas por Ketteler fueron confirmadas oficialmente en 1891 por el Papa León XIII en su encíclica Rerum Novarum. Este documento pontificio ratificó: el derecho a la propiedad privada y la función social de ella, la obligación aunque limitada que le incumbe al Estado de promover la prosperidad pública y privada, los deberes de los obreros para con sus patrones y sus derechos a un salario suficiente para vivir con dignidad. Consagró así el aspecto humano y personalista del trabajo y la condenación de la lucha de clases, aunque invitó a los obreros a organizarse en asociaciones para defender sus derechos e intereses.

Algunos Inventos, descubrimientos e innovaciones en el siglo XVIII

1709 Cristófori (Italiano) Piano
1777 Lavoisier (Francés) Explicación Combustión
1714 Fahrenheit (Alemán) Temómetro de Mercurio
1778 Jouffroy (Francés) Bote de Vapor Experimental
1745 Von Kleist (Alemán) Botella de Leyden
1780 Franklin (EE.UU.) Lentes Bifocales
1745 Musschenbroeck (Alemán) Botella de Leyden
1783 Montgolfier (Francés) El Globo
1752 Franklin (EE.UU.) Pararrayos
1785 Cartwright (Inglés) Telar Mecánico
1761 Harrison (Inglés) Cronómetro
1785 Blanchard (Francés) Paracaídas
1769 Watt (Escocés) Máquina de Vapor
1785 Ransome (Inglés) Arado de Hierro Fundido
1770 Cugnot (Francés) Carro de Vapor
1792 Murduch (Escocés) Lámpara de Gas
1774 Priestley (Inglés) Oxígeno
1796 Senefelder (Bohemio-Alemán) Litografía
1777 Miller (Inglés) Sierra Circular
1797 Wittemor (EE.UU.) Máquina de Tarjeta

Algunos Inventos, descubrimientos e Innovaciones en el siglo XIX

1800 Volta (Italiano) Pila
1868 Gramme (Belga) Dínamo
1802 Symington (Escocés) Bote Vapor
1876 Otto (Alemán) Motor 4 ciclos
1824 Aspdin (Inglés) Cemento Portland
1876 Bell (EE.UU.) Teléfono
1828 Henrry (EE.UU.) Electromagneto
1879 Edison (EE.UU.) Lámpara Incandescente
1835 Talbot (Inglés) Fotografía
1882 Wheeler (EE.UU.) Ventilador Eléctrico
1837 Davenport (US) Motor CD
1885 Benz (Alemán) Automóvil
1837 Morse (EE.UU.) Telégrafo
1885 Daimler (Alemán) Motocicleta
1845 Hoe (EE.UU.) Rotatíva
1885 Stanley (EE.UU.) Transformador Eléctrico
1846 Howe (EE.UU.) Máquina de coser
1887 Tesla (EE.UU.) Motor de Inducción
1847 Staite (Inglés) Lámpara de Arco
1888 Eastman (EE.UU.) Cámara Kodak 
1849 Bourding (Francés) Turbina Gas
1889 Daimler (Alemán) Motor Gasolina
1849 Francis (EE.UU.) Turbina Hidráulica
1892 Tesla (EE.UU.) Motor Corriente Alterna
1858 Siemens (Alemán) Horno para acería
1892 Morrison (EE.UU.) Auto Eléctrico
1864 Marcus (EE.UU.) Automóvil Experimental
1893 Tesla (EE.UU.) Radio
1866 Nobel (Suizo) Dinamita
1895 Diesel (Alemán) Motor Diesel

León XIII : Encíclica Rerum Novarum, 1891 (extracto):

Su Santidad León XIII.
"Una vez despertado el afán de novedades, que hace tanto tiempo agita a los pueblos, necesariamente había de suceder que el deseo de hacer cambios en el orden político se extendiese al económico, que tiene con aquel tanto parentesco. Efectivamente, los aumentos recientes de la industria y los nuevos caminos porque van las artes, al camino obrado en las relaciones mutuas de patrones y trabajadores, el haberse acumulado las riquezas en unos pocos y empobrecido la multitud, y en los obreros la más clara sensación de lo que su propio valer y poder han alcanzado, y la unión más estrecha con que unos a otros se han juntado, y , finalmente, la corrupción de las costumbres, han hecho estallar la guerra.
... Por esto, proponiéndonos como fin la defensa de la iglesia y el bien común... creemos deber escribir algo del estado y condición de los obreros...
Pero ella (la solución que demanda la verdad y la justicia) es difícil de resolver y la empresa no carece de peligro. Porque difícil es dar la medida justa de los derechos y deberes en que deben ubicarse ricos y proletarios, los que aportan el capital y los que ponen el trabajo. Y peligrosa es una contienda que por hombres turbulentos y maliciosos frecuentemente se tuerce para pervertir el juicio de la verdad y mover a sediciones la multitud. Como quiera que sea, vemos claramente, y en esto convienen todos, que es preciso dar pronto y oportuno auxilio a los hombres de las clases modestas, pues que sin merecerlo se hallan la mayor parte de ellos en una condición desgraciada y calamitosa.
Pues, destruidos en el pasado siglo los antiguos gremios de artesanos y no habiéndoseles dado en su lugar defensa alguna por haberse apartado las instituciones y leyes públicas de la Religión de nuestros padres, poco a poco los obreros se encontraron entregados, solos e indefensos por la condición de los tiempos, a la inhumanidad de sus amos y a la desenfrenada codicia de sus competidores, hizo aumentar el mal la voraz usura, la cual, aunque más de una vez condenada por sentencia de la iglesia, sigue siempre, bajo diversas formas, la misma en su ser, ejercida por hombres avaros y codiciosos. Júntase a esto que los contratos de las obras y el comercio de todas las cosas están casi todos en manos de pocos, de tal suerte que unos cuantos opulentos y riquísimos hombres han puesto sobre los hombros de la multitud innumerables de proletarios un yugo que difiere poco del de los esclavos".

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Tomado de: http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/RevolucionIndustrial.htm